A pesar de que sus consumidores reconocían la calidad de Pasta INA, la marca había perdido valor y se encontraba opacada ante competidores cada vez más agresivos.
Las iniciativas de cambio recientes no fueron suficientes, la marca perdía presencia ante públicos cada vez más jóvenes, y se limitaba a mantener su volumen con generaciones que la conocían y no estaban dispuestas a cambiarla.
¿Cómo hablarle a nuevas generaciones sin perder el origen tan fuerte de la marca?

A partir de un extenso análisis se logró rediseñar la gran variedad de productos INA,  mediante una imagen que refleja calidad, practicidad y versatilidad. La marca se convirtió en la gran aliada en la cocina de la mujer moderna y práctica. El rediseño de su logotipo y de sus empaques permitieron recuperar el reconocimiento en las familias centroamericanas como una marca cercana y empática.

Hoy la reina de las pastas ha recuperado su trono y continúa construyendo fidelidad y liderazgo en los anaqueles de Centroamérica y el Caribe.